Solidaridad Familiar
La subjetividad social de las familias, tanto individualmente como
asociadas, se expresa también con manifestaciones de solidaridad y ayuda mutua,
no sólo entre las mismas familias, sino también mediante diversas formas de
participación en la vida social y política. Se trata de la consecuencia de la
realidad familiar fundada en el amor: naciendo del amor y creciendo en él, la
solidaridad pertenece a la familia como elemento constitutivo y estructural.
Las familias, lejos de ser sólo objeto de la acción política,
pueden y deben ser sujeto de esta actividad, movilizándose para «procurar
que las leyes y las instituciones del Estado no sólo no ofendan, sino que
sostengan y defiendan positivamente los derechos y deberes de la familia. En
este sentido, las familias deben crecer en la conciencia de ser “protagonistas”
de la llamada “política familiar” y asumir la responsabilidad de transformar la
sociedad
Con este fin, se ha de reforzar el asociacionismo familiar:
«Las familias tienen el derecho de formar asociaciones con otras familias e
instituciones, con el fin de cumplir la tarea familiar de manera apropiada y
eficaz, así como defender los derechos, fomentar el bien y representar los
intereses de la familia. En el orden económico, social, jurídico y cultural,
las familias y las asociaciones familiares deben ver reconocido su propio papel
en la planificación y el desarrollo de programas que afectan a la vida
familiar».
No hay comentarios:
Publicar un comentario